Intercambiado cuerpos con mi vecina

Ayer, la linda estudiante de intercambio que vivía al lado, Daniella. Estaba pasando el rato conmigo y mi amigo Alan en nuestro departamento, bebiendo y pasando el tiempo, cuando me preguntó si alguna vez me había preguntado cómo sería ser una chica. Admití que sí, por supuesto que sí. Más o menos todos se han preguntado cómo sería ser del sexo opuesto. Luego me preguntó si me gustaría probar ...

Resulta que ella tenía un medallón que nos permitiría intercambiar cuerpos. En la mañana, ella estaba en nuestra puerta con el medallón. Vestida con un lindo top, pantalones cortos y ese collar que casi siempre usa. No le creí, pero acepté anoche, así que la dejé usarlo. Resulta que en realidad era real! De repente, me sentí mareado, y un momento después, ¡me estaba mirando a mí mismo!

Después del shock inicial, decidí divertirme un poco. Empecé a explorar mi cuerpo prestado. Creo que ella hizo lo mismo, dejando el departamento. 

Después de haber explorado, salí a mostrarle a Alan lo ocurrido. Durante todo el día, me molestó con mostrarle "mis" tetas. No me sentí muy cómodo con eso, no porque le importara que me mirara (eso era divertido e interesante, en realidad), sino porque en realidad no eran mis tetas. Pero al final, cedí. Atrapado contra una pared y con un par de cervezas encima, me dijo que debería mostrárselo. Cansado de escuchar eso decidí hacerlo.

En el momento en que me quité la blusa, su mano envolvió mi garganta y... sentí este deseo abrumador de obedecer. Mariposas en el estómago, un disparo instantáneo de hormigueo en la columna vertebral, solo asentí cuando me dijo que me pusiera de rodillas y dejara que me guiara hacia abajo.

Bajando su miembro erecto formando un abulto contra la tela de sus pantalones. Y cuando Alan lo sacó de sus pantalones...

No sé si Alan sabía lo sumisa que es Daniella. O si en realidas era yo quien era sumiso en el cuerpo de Daniella. Pero esa tarde se salió con la suya. Me hizo chuparlo, incluso me hizo tragar su esencia y lo más loco fue que me jodio toda la noche.

Nunca habia experimentado tal placer cómo este. Ahora estoy dudando en si regresar este placentero cuerpo a la verdadera Daniella o seguir cumpliendo con el papel de vecina sumisa con Alan.