Soy la prueba viviente de que dos personas cercanas no siempre cambian entre sí. Cuando ocurrió el cambio, mi madre y yo nos abrazábamos. Mientras yo cambiaba al cuerpo de mi madre, ella cambio de cuerpo con Jim el vecino del piso de arriba.un hombre de 28 años qiebestaba en muy buena forma. Mamá, o mejor dicho Jim, es una gran ayuda, me ayuda a ser mujer. Si no fuera porque Jim me ayuda, todavía estaría actuando como un chico de 17 años. Pero ahora mi mente esta bastante sincronizado con mi cuerpo. Cuando miro a Jim, no pienso en mi mamá, lo veo como un posible futuro amante.
Tus pequeñas historias me gustan, quería ver si hay una forma de contactarte.
ResponderBorrarSip, te mande solicitud por fb :3
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