Mi nueva vida como madrastra

Allí esta yo, alguien conocido como Antonio, me arrodillé en el piso de la habitación de mis padres, con solo una escasa selección de ropa. Me estaba preparando física y mentalmente para lo que vendría después. Me lo explicó una y otra vez, pero aún así deseaba que hubiera otra forma. Lo expuso claramente, para revertir el intercambio debo dormir con mi propio padre.

Sin embargo, fue más que eso. La parte más vergonzosa, es que tengo que seducirlo por mi propia voluntad. Tenía que ser yo quien los insire para que esto funcionara, pars poder volver a mi vida. Mi madrastra insistió en que tenía que ser hoy. Podía sentir algo detrás de sus palabras, algo más de lo que ella me decía, pero mi ingenuidad no me permito verlo desde antes.

¿Cómo me encontré en esta situación? Si solo supieras incluso la mitad de la historia que me llevó a este mismo momento, este momento donde al ver el espejo veo el cuerpo de mi madrastra. Creyendo cada palabra que me dio todo este tiempo, esperando que esta sea realmente la única  solución...

No se lo he contado a nadie, pero sospecho que sabe que me he estado perdiendo lentamente en este cuerpo. Ya ni siquiera puedo estar seguro de que mis pensamientos son míos, mis sentimientos, mis impulsos. No sé dónde termino y yo y comienza este cuerpo, si aún hay una línea divisoria.

Todo comenzó el fin de semana pasado. Mi padre solía estar fuera por negocios. Su trabajo requería viajar y fue recompensado generosamente por ello. Mi madre y él se separaron hace años. Ella se fue para formar otra familia y yo me quedé cerca de élla. Incluso después de graduarme de la universidad, me quedé viviendo serca. 

Crecí cerca de la casa de papá, aunque estuviera fuera de la cuidad visitaba a mi madrastra, salíamos la mayoría de los fines de semana. La consideraba como una amiga más. Fue a través de esa conexión que aprendí su secreto más profundo.

Su nombre es sofia, o sofi para abreviar. Le fue bien en la escuela, fue a la universidad, comenzó una carrera, pero lo dejó todo cuando conoció a mi padre. Ella nunca tuvo hijos propios, nunca entendí por qué. Ella era una gran madrastra. Podría pensar que ese era su secreto, un arrepentimiento que ella albergaba por su carrera o por la falta de un hijo biológico. Era algo más que eso.

Su secreto era su deseo de experimentar la vida como hombre. La curiosidad la había carcomido desde que podía recordar. Levanté una ceja cuando ella me lo dijo. ¿Cómo podría una mujer tan hermosa como ella dejar una vida comp esta, una vida hecha?

Es cierto que habiamos estado bebiendo y no estaba pensando bien esa noche, pero le dije que si podía darle mi cuerpo para que experimentara cómo era, lo haría. Cualquier persona normal lo habría conocido como una respuesta exagerado. Resulta que que lo tomo muy en serio. Llegué a saber que su abuela había sido una bruja practicante. Todos pensaban que estaba loca, excepto sofi, que tras el fallecimiento de su abuela heredó su libro de hechizos. 

En dicho libro había un hechizo para intercambiar dos almas. Sofi explicó los detalles, estaba escrito en un idioma que solo podía enter un poco. Lo poco que había traducido hasta ahora le dio los planos para su obra maestra.

La mirada suplicante en sus ojos cuando preguntó si realmente quería decir lo que dije fue desgarradora. Ella había cambiado la vida de mi padre, lo había vuelto a armar después del divorcio. ¿Como podria decir que no?

Esa noche uso ese mismo libro e intercambio nuestras almas. Ver la cara de otra persona en el espejo es muy surrealista. Cada centímetro de mi cuerpo era tan extraño, desde el cabello en mi cuero cabelludo hasta el tamaño de mis pies. Se tomó el tiempo para ayudarme a establecerme antes de obtener mi permiso para "jugar" con mi cuerpo. Me preocupé, claro, y le di la charla sobre el uso de la protección, pero finalmente le di mi bendición.

Pasé los siguientes días viendo cómo era su vida. Hablé con mi padre, que no tenía idea sobre el intercambio, varias veces al día. Volvería una semana después del día de nuestro intercambio. En esos días hice todo lo que ella haría. 

A medida que pasaban los días, se volvió natural. Incluso me encontré hablando como ella, caminando como ella, incluso viendo los mismos programas que ella. Lo que finalmente me hizo darme cuenta de que algo andaba mal cuando sus pensamientos comenzaron a aparecer en mi mente. Cosas que sabía que nunca hubiera pensado, ahora me siento tan natural.

Me acerqué a ella y ella confirmó algo de lo mismo y aceptó apurar el hechizo pars volver a nuestros propios cuerpos. Ella había estado traduciendo más del libro en su tiempo libre.

Los días continuaron hasta que llegó el domingo. Ella presentó su traducción del hechizo. Se disculpó una y otra vez, no tenía idea de que la reversión requeriría que me acostara con mi padre. Él era el hilo que nos unía a los dos. Para que funcionara tenía que ser yo quien tirara de ese hilo. Todo esto era especulación, pero teniamos de otra.

¿La peor parte de todo? No sentí vergüenza. Mi mente se había fundido con la de ella hasta el punto en que realmente quería sentir su toque. Lo extrañé de una manera que nunca debería haberlo hecho. Estaba ansioso por su regreso. Cuando llegó y bajo de su auto, sofi me deseó suerte y salió por la puerta trasera. Mi corazón se aceleró. Tenia que hacer esto, para cambiarnos de nuevo.

(9 meses después)

Sofi se puso de pie, feliz, con una sonrisa en su rostro. Su mano descansaba firmemente sobre el vientre que sobresalia del vestido. Sus amigas se pararon a su alrededor, brotando su brillo de su embarazado. Su esposo, Fidel , estaba parado al otro lado de la cocina con su hijo Antonio, charlando distraídamente.

Antonio se iba a casar en el otoño y planeaban tener un hijo propio pronto. Todo parecía tan perfecto para toda la familia.

Fidel se excusó para atender una llamada de trabajo, mientras que Sofía se excusó para ir al baño. Durante los nueve meses, estuvo allí la mayoría de las veces.

Mientras caminaba por el pasillo con su vientre de 9 meses, sintió una mano posar sobre su hombro. Se giró para ver a Antonio. Compartieron un momento de silencio antes de que él hablara: "Realmente lo siento, pero sé que serás una gran madre. Espero que entiendas, no podía volver a ser una mujer. No después de experimentar todo esto, supe que estaba destinado a ser un hombre."

Ese día, hace nueve meses, no volvieron a cambiar. Sofía no tenía intención de hacerlo. Ella descubrió que el hechizo debía revertirse a medianoche si no actuaba, por lo que condujo a Antonio por un camino para hacerlo permanente. Antonio debía quedar embarazada en el cuerpo de Sofi para sellar el intercambio. Sofía echó una poción de fertilidad en el café de Antonio esa mañana y le hizo creer que tener sexo con su padre revertiría todo.

¿La peor parte de todo? Antonio lo sabía. En sus entrañas, lo sabía. Lo sabía porque sentía los mismos sentimientos que Sofía había sentido.

La nueva Sofi puso su mano en la mejilla de Antonio. "No te preocupes, nunca me molesté". La nueva Sofía se había convertido en un verdadero híbrido de quién había sido y quién era ella ahora. Ya no había línea divisoria. Y ella no podría estar más feliz que ahora. Esperando a su primer hijo.

Fin.