Regalo de despedida

"¿Así que vas a andar gritando todo el dia que un desgraciado te robó tu cuerpo?. Bueno, buena suerte con eso, todos pensarán que estás loco, así que ¿por qué no aceptas que estarás atrapado como un hombre de mediana edad para siempre?." Se burlo Derek desde el sexy cuerpo de Amanda. "Ahora se un buen chico por el resto del dia y te dejaré sentir tus tetas por última vez, piensa en ello como un regalo de despedida". Se despidió Derek de Amanda mientras se alejaba y jugaba con los tirantes de su bikini.

Derek era un hombre pervertido de poco más de cuarenta años, a menudo visitaba la playa sólo para observar a jóvenes sexys usando únicamente bikinis que no dejaban nada a la imaginación, observó desde unos escasos metros a una chica llamada Amanda recostada sobre su toalla. Derek sin perder el tiempo saco de su mochila un "Cristal de Abigail" y deseó con todas sus fuerzas poder cambiar de lugar con ella. 

De un momento a otro el cristal comenzó a brillar y tanto el espíritu de Derek, como la de la hermosa chica, llamada Amanda, cambiaron de cuerpo.  

En el cuerpo de Amanda, Jack sintió un placer abrumador mezclado con libertad y confianza cuando bajo la vista y vio los dos montículo de carne cubiertos por tan solo una copas de bikini blanco.

Fue entonces cuando Jack se dio cuenta de que ser una chica sexy como Amanda significaba recibir toda la atención de los chicos que admiraban su curvilínea figura cubierta por tan solo dos pequeñas prendas de ropa. Sintiéndose audaz y liberado por su nueva forma femenina, Jack ahora "Amanda" llamó la atención de numerosos hombres que se encontraban cerca, pero más que nada logró captar la mirada de Kyle, sobre todo entre ellos.