Alex, ahora en la tentadora forma de Stacy, se mira al espejo con una sonrisa pícara. Se ajusta el ajustado top amarillo, cuya tela se ajusta a sus nuevos y curvilíneos pechos. Sus dedos recorren la suave piel de su vientre, recorriendo la cintura de sus shorts cortos antes de posarse en la curva de sus nuevos pechos.
Con paso confiado, Alex sale de su asquerosa y descuidado departamento, con sus tacones repiqueteando contra el pavimento. Ve una tienda de conveniencia más adelante y se dirige directamente hacia ella, concentrado en comprar baterias necesarias para sus nuevos vibradores.
Al entrar, la mirada de Alex se posa de inmediato en el montón de pilas del pasillo. Sus finos dedos agarran un paquete de baterías doble A y se dirige a la caja.
El cajero, un hombre de mediana edas, lo mira de arriba abajo, con la mirada fija en las tentadoras y ardientes curvas. "Eh, son 5,99 dólares, por favor", dice el cajero con la voz un poco temblorosa. Alex paga con una sonrisa y un guiño coqueto, y camina contoneándose al salir de la tienda.
Regresando a su departamento, alex, feliz con sus nuevas baterías alex nota a lo lejos a un tipo de aspecto misterioso y con lentes oscuros esperando afuera de su departamento.
Alex se acerca al misterioso hombre que está fuera de su edificio, con la voz ligeramente temblorosa por el nerviosismo. "¿P-puedo ayudarlo, señor?".
El hombre, vestido con atuendo militar urbano, se quita las gafas de sol; su penetrante mirada azul evalúa la atractiva figura que tiene delante. "Sí, busco a un viejo amigo llamado Alex. El vive po aqui", dice, con una voz grave. "¿Lo conoce?"
El corazón de Alex se acelera, su mente da vueltas a las posibilidades. ¿Quién es este tipo y qué quiere de el, o mejor dicho, del Alex que solía ser? "S-sí, conozco a Alex", tartamudea, intentando mantener la compostura a pesar del intenso escrutinio del hombre. "Pero no estoy segura de dónde está ahora mismo. ¿Puedo tomarle un mensaje?"
Los labios del desconocido se curvan en una pequeña y enigmática sonrisa. "En realidad, esperaba que pudiéramos hablar en persona", dice sin apartar la vista de ella. "Cree que pueda decirme donde podría estar ahora mismo?".
"Probablemente esté con su atractiva novia ahora mismo", miente Alex, intentando ganar tiempo y distancia. "Si, seguramente el este ahaya ahora mismo". Mientras Alex intenta engañar al desconocido sobre su paradero. "Vive en el centro, solo tome el autobús yendo a..." alcanzo a decir Alex al pintar con de delgados brazos la falsa dirección antes de ver los rápidos a reflejos del hombre misterioso al agarrándo con fuerza del brazo como una tenaza de hierro.
El pánico se apodera de Alex al darse cuenta de la inutilidad de su intento de engaño. Forcejea contra el fuerte agarre del hombre; su esbelta figura no es rival para su débil fuerza. Soltando la bolsa llena de baterias Intenta girar y soltarse, pero su agarre permanece inquebrantable, sometiendo sus esfuerzos con facilidad. "¡Suéltame, extraño!", protesta Alex con la voz teñida de un creciente temor.
El misterioso hombre inmoviliza los brazos de Alex con más fuerza y las junta fuerza para atar la con un incómodo cincho. "Estás perdiendo el tiempo", gruñe el hombre de las gafas de sol, en voz baja y amenazante. "Sé exactamente quién eres, Alex. Deja de fingir y de hacerte pasar por Stacy".
Los ojos de Alex se abren de par en par, alarmada, al ver sus manos atadas. Tira inútilmente de las ataduras, cada vez más desesperada. "¿Quién eres?", pregunta, alzando la voz. "¿Cómo sabes quién soy?".
Las gafas de sol permanecen firmemente en su lugar, ocultando los rasgos del hombre, que se detiene bruscamente. "Soy alguien que busca cuerpos de personas que cambiaron de cuerpo durante el 'gran cambio'". Responde fríamente el hombre
Alex entona los ojos. "Porfavor dime que no eres de la A.E.C.U. (Agencia Especial en el Caos Universal)", acusa con una voz cargada de veneno.
"Esos burócratas estirados y su interminable papeleo... claro que no". El hombre suelta una risita baja y grave que le provoca un escalofrío en la espalda. "Claro que no", dice con un tono divertido. "No soy un simple engranaje de la AECU. Soy un agente independiente, contratado específicamente para buscar el cuerpo de Scracy".
Los ojos de Alex brillan de indignación mientras intenta liberarse del agarre del misterioso hombre. "¿Y cómo sabes que no soy la verdadera Stacy que se escapa de casa?" Diji Alex con un tono de voz que denota una actitud defensiva.
La sonrisa del hombre, visible solo en la sutil curva de sus labios, le provoca escalofríos. "Porque, para empezar, un hombre apareció de la nada en casa de los padres de Stacy, diciendo ser el verdadero Stacy". Explica, con un tono desenfadado pero inquietante. Las protestas de Alex paran al comprender las palabras del hombre. "Segundo, ahora vives en un apartamento asqueroso bajo el nombre de tu antiguo cuerpo, hace sospechar", continúa, sin soltar a Alex. "Y tercero, he visto las cosas que has comprado en las sex shops que hay po aqui. Cosas que ninguna mujer compraría".
Alex se sonroja de vergüenza ante la acusación del hombre, y su temperatura corporal sube. Intenta pensar en un argumento convincente, pero la evidencia acumulada en su contra es abrumadora. "¿A si?¿Y qué te hace pensar que eres mejor que la AECU? Solo otro sicario siguiendo una pista, ¿no?".
La mirada del hombre permanece impasible tras las gafas de sol, pero su agarre en los brazos atados de Alex se aprieta ligeramente. "Digamos que tengo... métodos poco convencionales", murmura, con una voz ronca que provoca una sensación de inquietud en Alex. "Y siempre consigo a mi hombre... o en este caso, a mi mujer". Dice ayudando a Alex a subir a su camioneta. "Pero tranquilo, contigo no fue necesario usar la fuerza bruta"