viernes, 30 de mayo de 2025

Capfav 10

Hola cristales, aquí cristal con una recomendación nueva. Esta vez le recomoendo mucho este increible blog de uns de mis autores favoritos.

El gran cambio

Este blog fue creado por uno de mis autores favoritos "JOTARO". Quizá algunos lo recuerdan o llegaron a ver algo de este su trabajo, quizá no en su blog principal pero si en el blog de karina. 


JOTARO llego a colaborar casi al mismo tiempo que yo colabore en el blog de Karina. Y uno de sus trabajos que mas me encanta es este.



JOTARO tuvo el potencial para tener uno de los mejores blog de la comunidad, pero lamentablemente no fue así, con sus pocas publicidades en su blog. Aun así merese un reconocimiento de su trabajo. Es por eso que les vengo con esta recomendación.


jueves, 29 de mayo de 2025

Mercenario del A.E.C.U. (Agencia Especial en el Caos Universal)

Alex, ahora en la tentadora forma de Stacy, se mira al espejo con una sonrisa pícara. Se ajusta el ajustado top amarillo, cuya tela se ajusta a sus nuevos y curvilíneos pechos. Sus dedos recorren la suave piel de su vientre, recorriendo la cintura de sus shorts cortos antes de posarse en la curva de sus nuevos pechos. 

Con paso confiado, Alex sale de su asquerosa y descuidado departamento, con sus tacones repiqueteando contra el pavimento. Ve una tienda de conveniencia más adelante y se dirige directamente hacia ella, concentrado en comprar baterias necesarias para sus nuevos vibradores. 

Al entrar, la mirada de Alex se posa de inmediato en el montón de pilas del pasillo. Sus finos dedos agarran un paquete de baterías doble A y se dirige a la caja. 

El cajero, un hombre de mediana edas, lo mira de arriba abajo, con la mirada fija en las tentadoras y ardientes curvas. "Eh, son 5,99 dólares, por favor", dice el cajero con la voz un poco temblorosa. Alex paga con una sonrisa y un guiño coqueto, y camina contoneándose al salir de la tienda.

Regresando a su departamento, alex, feliz con sus nuevas baterías alex nota a lo lejos a un tipo de aspecto misterioso y con lentes oscuros esperando afuera de su departamento. 

Alex se acerca al misterioso hombre que está fuera de su edificio, con la voz ligeramente temblorosa por el nerviosismo. "¿P-puedo ayudarlo, señor?".

El hombre, vestido con atuendo militar urbano, se quita las gafas de sol; su penetrante mirada azul evalúa la atractiva figura que tiene delante. "Sí, busco a un viejo amigo llamado Alex. El vive po aqui", dice, con una voz grave. "¿Lo conoce?" 

El corazón de Alex se acelera, su mente da vueltas a las posibilidades. ¿Quién es este tipo y qué quiere de el, o mejor dicho, del Alex que solía ser? "S-sí, conozco a Alex", tartamudea, intentando mantener la compostura a pesar del intenso escrutinio del hombre. "Pero no estoy segura de dónde está ahora mismo. ¿Puedo tomarle un mensaje?" 

Los labios del desconocido se curvan en una pequeña y enigmática sonrisa. "En realidad, esperaba que pudiéramos hablar en persona", dice sin apartar la vista de ella. "Cree que pueda decirme donde podría estar ahora mismo?".

"Probablemente esté con su atractiva novia ahora mismo", miente Alex, intentando ganar tiempo y distancia. "Si, seguramente el este ahaya ahora mismo". Mientras Alex intenta engañar al desconocido sobre su paradero. "Vive en el centro, solo tome el autobús yendo a..." alcanzo a decir Alex al pintar con de delgados brazos la falsa dirección antes de ver los rápidos a reflejos del hombre misterioso al agarrándo con fuerza del brazo como una tenaza de hierro. 

El pánico se apodera de Alex al darse cuenta de la inutilidad de su intento de engaño. Forcejea contra el fuerte agarre del hombre; su esbelta figura no es rival para su débil fuerza. Soltando la bolsa llena de baterias Intenta girar y soltarse, pero su agarre permanece inquebrantable, sometiendo sus esfuerzos con facilidad. "¡Suéltame, extraño!", protesta Alex con la voz teñida de un creciente temor. 

El misterioso hombre inmoviliza los brazos de Alex con más fuerza y las junta fuerza para atar la con un incómodo cincho. "Estás perdiendo el tiempo", gruñe el hombre de las gafas de sol, en voz baja y amenazante. "Sé exactamente quién eres, Alex. Deja de fingir y de hacerte pasar por Stacy". 

Los ojos de Alex se abren de par en par, alarmada, al ver sus manos atadas. Tira inútilmente de las ataduras, cada vez más desesperada. "¿Quién eres?", pregunta, alzando la voz. "¿Cómo sabes quién soy?". 

Las gafas de sol permanecen firmemente en su lugar, ocultando los rasgos del hombre, que se detiene bruscamente. "Soy alguien que busca cuerpos de personas que cambiaron de cuerpo durante el 'gran cambio'". Responde fríamente el hombre


Alex entona los ojos. "Porfavor dime que no eres de la A.E.C.U. (Agencia Especial en el Caos Universal)", acusa con una voz cargada de veneno. 

"Esos burócratas estirados y su interminable papeleo... claro que no".  El hombre suelta una risita baja y grave que le provoca un escalofrío en la espalda. "Claro que no", dice con un tono divertido. "No soy un simple engranaje de la AECU. Soy un agente independiente, contratado específicamente para buscar el cuerpo de Scracy". 

Los ojos de Alex brillan de indignación mientras intenta liberarse del agarre del misterioso hombre. "¿Y cómo sabes que no soy la verdadera Stacy que se escapa de casa?" Diji Alex con un tono de voz que denota una actitud defensiva. 

La sonrisa del hombre, visible solo en la sutil curva de sus labios, le provoca escalofríos. "Porque, para empezar, un hombre apareció de la nada en casa de los padres de Stacy, diciendo ser el verdadero Stacy". Explica, con un tono desenfadado pero inquietante. Las protestas de Alex paran al comprender las palabras del hombre. "Segundo, ahora vives en un apartamento asqueroso bajo el nombre de tu antiguo cuerpo, hace sospechar", continúa, sin soltar a Alex. "Y tercero, he visto las cosas que has comprado en las sex shops que hay po aqui. Cosas que ninguna mujer compraría". 

Alex se sonroja de vergüenza ante la acusación del hombre, y su temperatura corporal sube. Intenta pensar en un argumento convincente, pero la evidencia acumulada en su contra es abrumadora. "¿A si?¿Y qué te hace pensar que eres mejor que la AECU? Solo otro sicario siguiendo una pista, ¿no?". 

La mirada del hombre permanece impasible tras las gafas de sol, pero su agarre en los brazos ​​atados de Alex se aprieta ligeramente. "Digamos que tengo... métodos poco convencionales", murmura, con una voz ronca que provoca una sensación de inquietud en Alex. "Y siempre consigo a mi hombre... o en este caso, a mi mujer". Dice ayudando a Alex a subir a su camioneta. "Pero tranquilo, contigo no fue necesario usar la fuerza bruta" 

martes, 27 de mayo de 2025

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"Wow no puedo creer que este usando un vestido, ¡no espera!. ¡No puedo creer que este luciendo un vestido!". Grito emocionado zac mientras giraba y veia como la parte baja del vestido flotaba en el aire. 

"Me emociona mucho que puedas porfin cumplir tu sueño de ser una mujer hijo, solo te falta actuar mas como una dama para que puedas salir al mundo en mi cuerpo". Dijo Susan (la sexy mamá de zac) desde la su amplia cama de su habitacion. 

"Eso lo tengo mas que listo mamá, llevo años usando tus cosas, se usar tus maquillaje, tus vestidos, incluso tus tacones fueron pan comido, lo que si fue difícil fue abrochar la parte trasera sel sosten, lo juro, un intento fallido mas y salia sin sosten". Bromeo zac mientras posaba frente al espejo. 

Susan solto una pequena sonrisa. "Ser una mujer no se trata solo de la ropa ni del aspecto cielo, se trata de la confianza, el descaro, de cómo te desenvuelves en el mundo". Se incorporó, pasando las manos por el pelo de Zac. "Pero confío en que lo resolverás. Después de todo, ahora tienes una perspectiva completa de ser una mujer, ¿no?" Su voz rezumaba broma juguetona mientras esbozaba una sonrisa traviesa. 

"no hay promblema que no pueda resolver con ayuda de estas" bromeo zac al levantar su sexy busto. "Apuesto a que todos los hombres tendran los ojos puestos en mi" dijo zac al hacer una linda pose frente al espejo 

"Ten cuidado con lo que deseas, cariño. Una vez que experimentes la emoción de la atención masculina, no hay vuelta atrás". Rio Susan al ponerse frente al espejo junto a zac 

"Oh, tengo la intención de disfrutar de esa emoción al máximo. Pero también me aseguraré de mantener la cordura. Después de todo, tengo una reputación que mantener como madre soltera". Diji zac con una sonrisa juguetona, con sus dedos recorriendo sus lindos labios frente al espejo. "Ya es momento de aprovechar estas curvas, y salir al mundo como toda una hermosa mujer". Dijo zac al pavonearse hacia la puerta.



Zac estaba en el cuarto de su madre pensando en que ella aun segua en una reunión con sus amigas, en una cena, pero sin que se diera cuenta habia regresado temprano.  Susan lo sorprendió vistiéndo uno de sus elegantes vestidos y con sus dos mas finos tacones. 

Despues de un momento de silencioso e incomodo, zac penso por un segundo que mamá se enfadaria, pero no fue asi, en cambio ella solo rio y confeso que sabia sobre su fantasía de ser una chica, que habia notado como algunas de sus blusas y vestidos algo estirados estaban en desconfiados en lo más profundo de su armario. 

Dijo que no estaba nada molesta en lo absoluto, en cambio, si estaba algo molesta porque nunca sabría como era llenar su ropa adecuadamente ni como seria ser tratada como una dama. Por lo que dias después, Susan ofreció una cita en "clinic swap" para cambiar de cuerpo entre ellos. 

Le propuso a su hijo que podía tomar prestado su cuerpo cada dos fines de semana para vivir su sueño frustrado de vivir como mujer. 

La primera cosa que hizo zac al llegar a casa en el cuerpo de su madre fue probar toda clase de ropa que su madre tenía en su amplio armario para su primer día como mujer. Sin tener idea de que el primer dia de zac en el mundo femenino también seria el primer dia que zac conocería a su futuro novio Alejandro en un bar, el cual compartiría con su madre cada semana gracias a su acuerdo mutuo del intercambio semanal.

domingo, 25 de mayo de 2025

Atrapado en un cuerpo que está atrpado en prisión

"¡Esperen un momento! ¡se equivocaron de persona! ¡No soy Jessica Smith, soy Raúl López! ¡Su vecino! ¡Soy un hombre!", gritó Raúl, forcejeando para zafarse del agarre de los guardias mientras lo llevaban a su nueva celda con desprecio. "

Por mas que suplicaba con su nueva y delicada voz, sus gritos no eran más que ruido sordo para los guardias.

Los guardias simplemente rieron, divertidos al ver como su nueva presa se retorcia sobre sus agarre.

Uno de ellos, un bruto de bigote grueso, se burló con desprecio. "Sí claro, tú eres un hombre, y yo soy 'Megan Fox'", se burló, entre comillas. "¡Entra ahí, pedazo de porquería!", dijo, empujando bruscamente a Raúl dentro de la celda.

La pesada reja metalica se cerro de golpe tras Raúl, resonando en las frías y grises paredes de hormigón de su nueva celda. Se tambaleó, recuperando el equilibrio en la desconocida y menuda figura de Jessica Smith. Su cuerpo se sentía extraño, débil e indefenso comparado con su musculosa complexión. Tambaleándose, agarró el frío metal de las rejas mientras miraba a los guardias a través de las rendijas.

"¡Deben Creeme! ¡Estoy diciendo la verdad! ¡No se como paso, pero de un momento estaba estaba yo en este cuerpo" La voz de Raúl, inesperadamente suave y melódica, resonó en la celda. "¡Miren, escuchen! ¡Nunca e coletido ningun crimem, lo juro!".

Los guardias, impasibles ante las súplicas desesperadas de Raúl, intercambiaron sonrisas burlonas. "Oh, claro, te creemos", dijo uno de ellos arrastrando las palabras, apoyado en la pared del pasillo. "Ustedes dos mágicamente intercambian cuerpos justo antes de entrar a pricion,¿eh? Bueno, ¿no es conveniente?" Resopló, claramente disfrutando del aprieto de Raúl.

Los ojos de Raúl se abrieron de par en par con creciente desesperación. Necesitaba convencerlos de su inocencia, hacerles entender que se trataba de un desastre. "¡Por favor, no soy quien creen! No robe, no asalte, no acesibe a nadie!!! ¡¡¡Soy inocente!!" Grito raul al ver como los dos guardias se alejaban riendo.

"Es lo que todas dicen al entrar aquo lindura, que todas son inocentes" dijo una voz femenina detrás de Raúl.

Raúl de giró, con el pecho agitado por el pánico, y se encontró cara a cara con una mujer negra. Sus ojos marrones brillaban con una excitación depredadora mientras recorrían la esbelta y afeminada figura de Raúl, deteniéndose en la suave curva de sus pechos.

La espalda de Raúl golpeó la fría pared de hormigón, atrapándolo en un rincón mientras la mujer se acercaba, su altura y su actitud dominante intimidaban en el reducido espacio. Raul no tenía adónde correr, dónde esconderse del ansia en su mirada.

"Hola, lindura" Ronroneó, su aliento caliente rozando la mejilla de Raúl mientras extendía la mano para acariciarle la mandíbula con un dedo. "Si que eres guapa, lindura. Apuesto que traeras algo de emocion a este lugar". Dijo con con la voz llena de deseo.

A Raúl se le erizó la piel al comprender la magnitud de su vulnerabilidad, atrapado en esa celda pequeña e implacable con un desconocido que disfrutaba de su situación. "Dejame en paz por favor..." pidio Raúl sin tener a donde ir.

"Oh créeme lindura, si no soy yo quien cuide de ti, cera otra chica quien no le importará lastimarte" amenazó la mujer negra con una sonrisa separada formándose en su tostro, al llevar una de sus manos a la cintura de Raúl.

El pánico recorrió las venas de Raúl al comprender que no había escapatoria, ninguna manera de deshacer este cruel giro del destino. La mujer negra se cernía sobre él, su aliento caliente contra su piel mientras se inclinaba, sus labios a centímetros de los suyos.

El corazón de Raúl latía con fuerza en su pecho, un intento inútil de escapar de la fatalidad inminente.

"A partir de ahora seras a ser el nuevo juguete de pink" dijo ma mujer negra acariciar el delicado rostro de Raúl.

Él se estremeció, pero su agarre era inquebrantable. Lágrimas de desesperación y humillación brotaron de sus ojos al comprender la realidad. Estaba atado para siempre a ese cuerpo diminuto y sexy, y ahora, a los caprichos de su compañera de celda.

Los dedos de la mujer recorrieron el cuello de Raúl, la sutil curva de su clavícula, y se posaron en su cadera. Él se retorció, pero su agarre solo se intensificó, sus uñas clavándose en su suave piel. Un gemido escapó de los labios de Raúl, no de placer, sino de profunda angustia. En ese instante, supo que su vida, como antes, había terminado. La prisión acababa de recibir a un nuevo residente, Raúl López, atrapado para siempre en el cuerpo de Jessica Smith.

Mientras tanto...

Jessica, ahora con la musculosa figura de Raúl, entró en su antiguo apartamento, con una sonrisa pícara extendiéndose por su nuevo rostro. La mirada de Jessica se desvió hacia el armario, donde había guardado gran parte del dinero robado en la mancion de un ricachón.

Sus nuevas manos, fuertes y hábiles, se cerraron sobre el escondite. Una emoción la recorrió al comprender la verdadera magnitud de su recién adquirida riqueza. Empezó a rebuscar en el armario, apartando ropa para alcanzar la bolsa de lona llena de billetes nuevos. Su amplio pecho se agitó con anticipación al abrir la cremallera, el crujido del papel era música para sus oídos. La mente de Jessica revoloteaba con las posibilidades: vacaciones exóticas, ropa de diseñador y los lujos más exquisitos que el dinero podía comprar. Siempre se había sentido atraída por el encanto de la riqueza y el poder, y ahora, gracias a al magico cristal  de "Abigail" qie compro en una tienda magica, ella tenía la clave de todo.