¿Alguna vez ha tenido un sueño tan real que no puedes distinguir si estas perdido en su propia mente o en el mundo de la real?. Porque yo si. Tuve el sueño más extraño. La mujer que vi fue la definición de belleza. Estábamos separados por una puerta mientras el mundo que se desvanecía a nuestro alrededor fluía y refluía..
Mientras estábamos en la puerta, mis ojos miraron su cuerpo mientras su mirada escaneaba la mío. El mundo que nos rodeaba era oscuro como la noche y la puerta se extendía en cualquier dirección hasta donde alcanzaba la vista, hacia lo que solo podía asumirse como infinito. No había luz, pero podíamos ver. Nuestra única fijación estaba en el otro, como una compulsión que no podíamos dejar de lado ni por el más mínimo momento.
A cada momento nos acercábamos a la puerta. Cada paso era más duro que el anterior, como una cadena alrededor de nuestros tobillos que nos ataba a una pared invisible. Sin embargo, no detuvo nuestro movimiento. Luchamos a través de la fuerza, luchamos para estar más cerca el uno del otro...
Cuando llegamos a la puerta, nuestras manos atravesaron la abertura y nuestros dedos se tocaron. El toque cálido de la vida. ¿Cómo podría ser esto un sueño cuando todo se sentía tan real? Nuestros dedos se cerraron, sujetándonos con fuerza, mientras nuestros ojos se clavaron en lo que parecía una mirada eterna.
Entonces, algo cambió. Fue como si el sueño hubiera cambiado. Ya no la miraba, sino que ahora me miraba a mí mismo. Pasó otro momento y el tirón de la fuerza que me empujaba hacia atrás se sintió más fuerte. Lo suficientemente fuerte que ya no pude resistir. Nuestras manos se separaron y vi como mi cuerpo era empujado hacia el vacío, hacia la oscuridad.
En el último momento del sueño surrealista, sentí el tirón de la fuerza mientras yo también me desvanecía en la oscuridad, siendo arrastrado hacia lo desconocido ...
Respiré hondo mientras me sentaba en la cama. Mi corazón estaba acelerado mientras luchaba por recordar mas dell vívido sueño que acababa de tener. Todavía podía ver su rostro. Su pelo rojo. Sus penetrantes ojos verdes. Ella era tan real como yo, lo sabía hasta el fondo ...
A medida que pasaba la neblina del sueño, comencé a conectarme con el mundo que me rodeaba y cuando las cosas comenzaron a conectarse, mi mente se aceleró una vez más. La habitación que me rodeaba no era mía. La lujosa cama con dosel con dosel a juego, los muebles de decoración que estaban fuera de cualquier presupuesto que pudiera imaginar ... un pensamiento rotundo fue, esta no era mi habitación. ¿Donde estaba?
Mientras mis ojos escaneaban la habitación, allí estaba ella. ¿Seguía siendo un sueño? Ella estaba sentada en la cama, luciendo tan confundida como yo me sentía. Ella me miraba como yo la miraba. Estoy demasiado nervioso para hablar. Empiezo a quitarme las mantas de las piernas, sin apartar la vista de ella, y la veo haciendo lo mismo. Ella se movía al unísono conmigo. Mientras empujaba mis pies sobre el borde de la cama, ella también lo hizo.
Avancé hacia ella, y ella se movió hacia mí. Extendí mi mano para tocarla mientras nos acercábamos y mis dedos encontraron una superficie fría y suave... un espejo. Ella estaba aquí, pero al mismo tiempo no. Mis ojos se movieron del espejo a mi propio cuerpo. A su cuerpo. De alguna manera, en este momento, yo era ella, quienquiera que sea.
No podía discernir si todavía estaba en un sueño o si de alguna manera este era el mundo real. Parecía imposible, pero esto no se sentía como un sueño en lo absoluto.
Solo el tiempo dirá si estoy perdido en otro sueño, o si tal vez esta sea mi nueva realidad.
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