Para que no me olvides

Cuando llegó el "gran cambio" aterricé en el atractivo cuerpo de mi vecina. Lamentablemente, mi esposa ahora es un adolescente. Ha sido incómodo para nuestro matrimonio. Después de ponerme uno de los vestidos viejos de mi esposa, le dije que iba de compras. No pude evitar sonreír mientras la veía luchar con sus furiosas hormonas. "Tranquila volvere pronto, pero para que tengas algo con que aliviarte..." Me di vuelta media vuelta y subi me vestido para que pieda apreciar un delgado hilo negro entre mis cachetes. "Espero que eso te ayude Bye..."